No te ha pasado que te pones bajo una dieta que a todo mundo
le da resultado, haces cambios en tu alimentación, incluyendo más ensaladas
y menos carnes entre una innumerable
cantidad de productos que prometen reducir calorías a la mitad o azúcares.
¿Qué
pasa, porque no bajo de peso? Yo me he preguntado lo mismo. Aquí 10 razones que
explican o dan respuesta a esta pregunta.
No comas nada después de las 7 de la noche
Cuando duermes tu metabolismo se hace más lento y guardas grasa en más cantidad. Tratar de cenar un poco más de lo normal es un buen inicio y agregar un snack a media tarde te ayudara a llegar
menos hambriento a la cena.
Demasiado de lo Light
El gran problema de lo "light" es que nos hace creer que es sano, y nos permitimos comer más de lo que deberíamos. Lo único
que puedes comer sin pensar en controlar porciones son las verduras con mucha
agua.
La Fruta
La fruta la necesitas porque es saludable, pero contiene altos niveles de fructuosa que tu hígado se tarda más en procesar, y por lo tanto se convierte en grasa. Evita frutas como mango o plátano y
mejor come fresa, frambuesa y otros frutos rojos porque contienen un índice glicémico bajo. Cómelas por la mañana y evítalas en la noche. Si vas a comer
fruta hazlo con todo y el bagazo, la fibra ayuda a que la proceses mejor. (Por cierto los jugos contienen altísimas cantidades
de azúcar, mejor saberlo antes de tomarte el vaso grande con el desayuno).
Cortar tu Comida
Sinceramente suena algo muy sencillo, pero a veces esas son las grandes soluciones, cortar la comida en pedazos pequeños ayuda a dar una sensación de saciedad, el hecho de dar mas bocados de cualquier alimento manda la señal de una ingesta de mayor cantidad de alimentos, es solo jugar con tu mente, pero te traerá buenos resultados sin necesidad de mucho.
Demasiada Comida Saludable
Si leíste bien; las nueces, el aguacate, la pasta, el aceite de oliva y el chocolate amargo son ejemplos de alimentos naturales y saludables, pero nos guste o no tienen muchas calorías. Las colaciones son pequeñas y con el fin de reducir, no dejarte completamente satisfecho y mantener el metabolismo funcionando.
Exceso de lácteos diariamente
Los lácteos contienen hormonas similares a las que ayudan a tu cuerpo a retener grasa. Bájale al
consumo de lácteos (leche, queso, yogurt, etc.) y si puedes elimínalos por tres
semanas.
No duermes lo suficiente
La falta de sueño es de los mayores males, en este caso repercute en nuestro cuerpo. Está comprobado que dormir menos de siete hora puede afectar en el tamaño de tu abdomen y cintura. La falta de sueño se relaciona con el sobrepeso y obesidad.
Comes parado para "ahorrar" tiempo
Pararte frente al refrigerados o en la mesa de la cocina para comer no es algo que ahorre tiempo o energía, al contrario lleva a comer sin control. Te recomendamos que asignes un tiempo y un lugar fuera de la cocina para los snacks.
Las horribles dietas Yo-Yo
Son las dietas que haces por tres
días porque no soportas más comiendo aire y agua, que te hacen subir y bajar de
peso, para finalmente terminar con peso de más y la piel lastimada y flácida. Recuerda que lo importantes cambiar los
hábitos alimenticios no bajar 10 kilos en una semana.
Consumes Refrescos de Dieta
Los endulzantes artificiales confunden al cerebro en el control del apetito, lo que provoca que comas más de lo que comerías en un día libre de estos refrescos y eso se refleja en tu abdomen. No quiere decir que nunca vuelvas a tomar refresco, pero déjalo para los fines de semana y entre semana toma más agua (no me golpeen, se que lo han oído en todos lados).
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